domingo, 30 de diciembre de 2012
viernes, 28 de diciembre de 2012
LA AVENTURA DE LEER
Mirar televisión no exige mayores esfuerzos,
basta con elegir una buena butaca y apretar el control remoto. El resto
queda a cargo de la pantalla, de lo que miremos en la pantalla. Ese
gangster que aparece en mitad de la noche tendrá la crueldad que el
actor que lo interpreta sepa darle. La música se encargará de marcar los
momentos esenciales, ya sea para el romance o para el misterio; el
chirrido de una puerta invariablemente señalará que es el momento de
sentir miedo y los tiros, que vendrán de inmediato, se oirán como si
realmente fuesen de verdad. Nada queda para nuestra imaginación, somos
espectadores y como tal nos comportamos: la pantalla piensa por
nosotros.
Leer, en cambio, exige otra conducta. No basta con mirar. En
la página del libro aparecerá un conglomerado de palabras que sólo
comenzarán a ser a partir de su lectura. Tuvimos que aprender a leer y
eso, recordemos, fue maravilloso. Letra a letra formamos la palabra y un
día descubrimos que podíamos descifrar voces como “madre” o “amigo” o
“amor”. En ese momento dejamos de ser meros espectadores: leer es un
acto de creación constante. Las palabras reunidas en un libro le ponen
música al silencio, dibujan mujeres bellas y paisajes desolados,
muestran galaxias desconocidas y batallas que se disputaron hace miles
de años; o tal vez nunca, pero es como si se hubieran disputado porque
comienzan a ser desde el mismo momento en que las leemos: nosotros las
hacemos posibles, ciertas. No es fácil entrar en un libro, pero si ese
libro vale la pena, una vez que entramos se nos hace difícil salir.
Puedo decir, con orgullo, que navegué las aguas de Malasia a bordo del Mariana,
aquella nave con nombre de mujer que además era el nombre de una mujer
bellísima; la nave la capitaneaba Sandokán, y esa mujer había sido su
único gran amor. También anduve a lo largo de veinte mil leguas
submarinas oculto en algún rincón del Nautilus y llegué, pese a la fragilidad del Hispaniola, hasta la perdida isla del tesoro.
Una mañana, de hace muchos años, conocí el mar. Recuerdo que fue una
experiencia emocionante, pero también recuerdo que no fue una sorpresa.
Los libros, las aventuras de los libros, ya me habían revelado el
secreto de los océanos.
Dicen
que leer es crecer, sin duda. Pero por sobre todas las cosas es un
regocijo. Jamás se me ocurriría imponerle a alguien la lectura de un
cuento o de una novela, y menos aún a un chico. Borges alguna vez dijo
que leyó “La Divina Comedia” como un libro de aventuras. Tal vez ésa sea
la clave: explicarle al joven lector que sólo basta con ir tras los
pasos de Tom Sawyer y de Huckleberry Finn, o embarcarse junto al capitán
Silver hacia la isla del tesoro o entrar con Alicia en el país de las
maravillas, para ingresar a un mundo mágico y fascinante. Mark Twain,
Stevenson y Lewis Carroll se encargarán del resto. Y también, claro,
Salgari, Verne, Conan Doyle, Edgar Rice Burroughs, Tolkien. Por fortuna,
la lista es vastísima. Cualquier tarde ese chico descubrirá que los
libros ya son parte de su vida y con alegría comprenderá que no puede
prescindir de ellos, aunque sólo sea por la inagotable aventura de
leer.
No
puede prescindir de ellos, acabo de escribir y advierto que no es del
todo cierto. El libro, tal como lo he descripto, se encuentra en franca
vía de extinción. Internet y el llamado Libro Electrónico brindan nuevos
e insospechados soportes, no sólo para contener al relato, también para
generarlo. Diferentes tipos de escritura se han puesto en marcha;
pienso en los Blogs y en los textos con imagen y sonido que se proponen
por Internet. Otra vez nos enfrentamos a una pantalla; claro que a
diferencia de la del televisor, ésta te obliga a pensar, porque si bien
puede alimentarse con música y gráficos, esencialmente se apoya en la
escritura, en las palabras que le dan verdadero sentido a un relato.
Aunque
lamentablemente no estaré para confirmarlo, me atrevo a asegurar que a
finales de este siglo XXI tanto los libros, como las bibliotecas que los
contengan, serán objetos históricos que las nuevas generaciones
observarán con la misma curiosidad con que los jóvenes de hoy observan
los discos de pasta. La voz de Enrico Caruso, que habían logrado captar
aquellos antiguos discos, ahora podemos escucharla en los más recientes
DVDs: ha cambiado el continente, no el contenido. Con los E-Books pasa
lo mismo: en sus pulcras y asépticas páginas, Raskolnikov continúa
atormentado por aquella culpa existencial, Bartleby insiste en que
preferiría no hacerlo y Gregor Samsa una vez más se despierta convertido
en un monstruoso bicho. La escritura persiste, más allá del soporte que
la contenga. La aventura de leer se mantiene inalterable.
Tomado de: http://slt.telam.com.ar/noticia/la-aventura-de-leer_n1240 / Vicente Bautista.
domingo, 23 de diciembre de 2012
Negocios innovadores en el Perú
El crecimiento económico que experimenta el Perú desde el año 2001 ha
permitido a los emprendedores con ideas innovadoras, plasmar estas, con
éxito, en un mercado que en el pasado se caracterizó por tener productos
y/o servicios buenos, bonitos y baratos, pero no
necesariamente novedosos.
La innovación, según el diccionario de la Real Academia Española, es la creación o modificación de un producto y su introducción en un mercado.
Un aspecto esencial de la innovación es su aplicación exitosa de forma
comercial. No solo hay que inventar algo, sino también, introducirlo y
difundirlo en el mercado para que la gente pueda disfrutar de ello. En
palabras del empresario español Eudald Domènech: “La innovación por la
innovación no sirve para nada. Innovar es crear productos que hagan la
vida más fácil”.
Baruva,
por ejemplo, es una empresa peruana que ofrece un servicio bastante
innovador: Prepara nuevas bebidas a base de pisco y frutas peruanas
exóticas (tuna, lúcuma, sandía, etc.) en una barra móvil a cargo de
bármanes capacitados, quienes atienden y preparan los cócteles al
momento, brindando así una bebida totalmente fresca.
La barra móvil de Baruva es única en el mercado y ha sido debidamente
diseñada, acondicionada y decorada por los emprendedores que dirigen
esta innovadora empresa. Además, es fácil de transportar e instalar en
cualquier evento social.
Otra empresa peruana que ofrece un servicio sumamente innovador es Clientes Anónimos,
que se dedica a evaluar el servicio que brindan los diferentes negocios
a sus clientes. Lo novedoso es que esta investigación la realizan bajo
la modalidad del ‘cliente misterioso’ (investigadores encubiertos), que
permite evaluar la atención que brindan los establecimientos sin que el
personal se de cuenta.
Gracias a Clientes Anónimos, esta herramienta, utilizada por las
grandes empresas del mundo, está al alcance de las empresas peruanas,
brindándoles la oportunidad de conocer y optimizar el servicio que
brindan a sus clientes, logrando así una mayor competitividad frente a
otras empresas similares.
Devos INC. es también una empresa peruana que ha introducido al mercado nacional un servicio bastante innovador: Taximart,
una página web que gestiona el servicio de taxi en el Perú. A través de
ella se pueden solicitar unidades y obtener información precisa sobre
los proveedores, sus costos y el tiempo que demoran en dar el servicio.
De esta manera, Taximart facilita la comunicación entre clientes y
empresas de taxi. Además, los primeros podrán estar seguros de que no
serán víctimas de un asalto y las segundas podrán enterarse de que tan
bien están trabajando sus empleados.
Farlop Sur SAC.
es otra empresa peruana que ha innovado, al introducir un producto como
D’ Frutta en Flor, que es el primer y único snack, 100% natural, de
pera de agua deshidratada. En la actualidad, D’ Frutta en Flor se vende
con éxito en el mini-market Los Tres Chanchitos, en la tienda Airshop
(ubicada en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez), en los hoteles
Meliá Lima y Roosevelt, en el supermercado Vivanda, entre otros más.
Futuras innovaciones
Otras empresas peruanas interesadas en la innovación son Diseño Uno,
que lanzará al mercado prendas de vestir con diseños que fusionen la
iconografía andina y la contemporánea; Runaq, que fabricará papel
artesanal con fibras vegetales recicladas; Yogood, que producirá yogurt
de maca, kiwicha y otros productos andinos; y Panoramas, que diseñará
una página web que le permitirá a sus usuarios hacer recorridos
virtuales por los diversos destinos que ofrece el Perú, iniciativa que
promoverá el turismo y el crecimiento de varios negocios.
Financiamiento y asesoría
Casi todas estas empresas, si es que no todas, han sido financiadas por fondos concursables nacionales, como el de Innóvate Perú, o internacionales, como el del Banco Mundial.
Para encontrar más información sobre este tipo de fondos uno puede
ingresar a la Red de Información de Fondos y Organizaciones Cooperantes
del Perú (Redinfoc)
o a la Red Iberoamericana de Gestión de la Evaluación, Seguimiento e
Introducción de resultados de la Ciencia, la Tecnología y de la
Innovación Tecnológica para incrementar su impacto en el Desarrollo
Económico Social (Resirdes).
Asimismo, estas empresas han sido asesoradas por los centros de
innovación y desarrollo que existen en algunas universidades nacionales.
Uno de estos es el Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la
Pontificia Universidad Católica del Perú (CIDE-PUCP), que se dedica a promover la cultura emprendedora dentro y fuera de la comunidad universitaria.
“El centro cuenta con una incubadora de empresas, que tiene por
objetivo acoger nuevos emprendimientos y potenciarlos para que ingresen
de manera cimentada al mercado. Todos los emprendedores que se presentan
son evaluados y, luego de ser aceptados, pasan a gozar de los
beneficios que ofrece la incubadora, que son: Asistencia gerencial,
facilidades para obtener financiamiento y para acceder al mercado,
asesoría en aspectos críticos de tecnología o negocios, entre otros”,
dice Jenny Bobadilla, coordinadora del área de Incubación de Empresas
del CIDE-PUCP.
Dicho esto, sólo falta que los emprendedores allá afuera se arriesguen y
sigan el ejemplo de los fundadores de Baruva, de Clientes Anónimos, de
Devo INC. y de Farlop Sur SAC., que se atrevieron y la hicieron.
Tomado de: Negocios innovadores en el Perú/mass.pe
La Administración del Tiempo
Mucho se ha hablado de la importancia de saber administrar bien el tiempo.
Ya sabes que el tiempo se va llenando de obligaciones y actividades y
es mejor que seas tú quien decida qué cosas llenan tu tiempo, que es lo
que de verdad vale la pena para ti. No sea que te vayas llenando de
obligaciones y al final se pasen los días, los meses, los años y te des
cuenta de que no has hecho nada que de verdad haya sido significativo
para ti.
Sé que no es fácil y menos cuando se entra en la rutina de querer acaparar muchas cosas,
estar en todo y para todos y siempre con una sensación interna de
prisa. Pero si de verdad quieres algunos cambios, tienes que ponerte
manos a la obra, empezando por tener en cuenta estos seis consejos:
- No lo puedes hacer todo a la vez. Si lo intentas,
no solo no conseguirás hacerlo todo, sino que te estresarás y dejaras
las cosas a medias o mal hechas. Por tanto, es hora de decidir qué vas a
hacer. Proponte a partir de hoy mismo hacer menos cosas al día.
Probablemente te parezca imposible con la cantidad de cosas que tienes
que hacer, ¿verdad? Pero este es un paso imprescindible para aprender a
valorar tu tiempo, a priorizar y, de paso, a estar más relajado. Si hoy,
en lugar de hacer cuarenta cosas, decidieras hacer solo cinco (por
decir un número), ¿qué cinco elegirías? No te queda otra que
priorizar...
- Saca tiempo todos los días para hacer algo que, para ti, merezca la pena, ya sea relativo a tus amigos, familia, tiempo libre, desarrollo personal. Si no haces algo que merezca la pena todos los días, al final tu vida habrá pasado sin pena ni gloria, como quien dice.
- Cuidado con programar cada momento de tu vida, deja tiempo para la espontaneidad.
¿No te pasa que hay semanas que pasan volando y no sientes que hayas
tenido tiempo para descansar aunque, de hecho, sí lo hayas tenido? Yo me
he dado cuenta de que si todos los días los tengo llenos de actividades
sin dejar ni un minuto libre, aunque sean cosas que me gusten, acabo
agotado. Necesito tiempo libre de espontaneidad para decidir si me quedo
en casa, si voy a dar una vuelta, si leo un libro o lo que sea. Aunque
acabe haciendo lo que estaba planeado, pero sentir que tengo la libertad
de elegir.
- Procura no querer hacer tu vida perfecta en un momento,
es suficiente con empezar poco a poco, con hacer pequeños cambios. Si
no, como con cualquier objetivo demasiado grande, te agobiarás y lo
dejarás.
- Toma acción ahora. Para empezar esos cambios es
importante hacerlo cuanto antes y centrándote en el ahora, en tu
situación actual. No pienses en ayer ni en mañana, el único momento en
el que de verdad puedes cambiar las cosas es ahora. Lo que elijas hacer
ahora es lo que impactará tu futuro. Mejor empezar hoy mismo con una
acción, por pequeña que sea, que dejarlo para mañana.
- Cuidado con la indecisión. La indecisión te paraliza, hay que aprender a establecer prioridades y a tomar decisiones. Sobre todo a la hora de empezar a hacer cambios. Si no hay decisión, no hay acción. Piensa qué quieres cambiar y por dónde puedes empezar y si estás bloqueado empieza por cualquier cosa, lo importante es empezar, siempre podrás modificar la estrategia luego, si es necesario. Recuerda, no se puede conducir un auto que está estacionado.
Timadi de: 6 cosas a considerar para administrar mejor tu tiempo. Artículo de Aida Baida Gil
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